España "roba" a Macrón

Kylian Mbappé, es una de las preocupaciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, la política es su función pública y  Mbappé su obsesión,  intentando influir en la decisión personal de este jugador de fútbol de élite. ¿Te imaginas a Charles de Gaulle interviniendo en asuntos deportivos con una guerra en Europa? Actualmente en el mundo tenemos una guerra en Europa y otra en Oriente Medio.  

¿Macrón es el presidente de Francia o del París Saint Germain de Al Khelaïfi? Llego a participar activamente en la negociación, esta palabra "activamente" significa dejar de atender sus responsabilidades como presidente de la Nación por llevar las negociaciones en el año 2022 para la renovación del contrato del jugador, y hoy por hoy, repite con el mismo deseo e interés en el año 2024 ante la amenaza del que jugador no renueve su contrato.  

Macron, ha manifestado su deseo públicamente con estas palabras: "Espero que todos los clubes europeos den libertad a sus jugadores" quiere que en los Juegos Olímpicos de París los jugadores de nacionalidad francesa representen a Francia, y el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez ha dicho que NO va a permitir que representen a otro escudo que no sea el del Real Madrid y a España. De presidente a presidente: Camavinga, Tchouameni, y Mendy pertenecen al club blanco y se cuentan con ellos. La FIFA ha dejado claro que no puede intervenir en esta decisión que no le compete, se limita solo a la EURO 2024 de Alemania en la que si tiene potestad.

Los franceses tienen problemas más importantes que requieren la atención de su presidente que pensar en el nuevo contrato de un jugador de fútbol. Luego nos vienen hablando los psicólogos de que los políticos se humanizan.

¿Alguien ha pensado que entre los cinco días de reflexión que se ha tomado el presidente de España Pedro Sánchez no estaba el miedo, el temor de una ruptura de su matrimonio? No ha dedicado esos cinco días exclusivamente a pensar en España, en el PSOE y los problemas de los españoles. Begoña Gómez le quita el sueño. Las palabras estoy muy enamorado de mi mujer era una declaración de amor dirigida a ella en la carta dirigida a todos los españoles para que no le abandone ante los momentos vividos de flaqueza. 

Pedro Sánchez tiene miedo a que su mujer le abandone y Emmanuel Macrón tiene miedo a que Mbappé abandone la selección francesa. Ambas situaciones las han convertido en cuestiones de Estado, cuando no es el protocolo a seguir. 

¿Se imaginan que después de los cinco días de reflexión el presidente de España, Pedro Sánchez hubiera llamado por teléfono a Mbappé para decirle que no dude en venir a jugar en el Real Madrid? O algo peor, ir en Falcón a París a ver personalmente a Mbappé para que no dude en la toma de su decisión.

Estoy empezando a creer en lo que algunos filósofos han llegado a pensar de los hombres del siglo XXI, se están empezando a feminizar, a llorar en público, a defender sus intereses personales como parte de su agenda pública, los hombres están dejando de ser fuertes, valientes, para dar una imagen débil y cobarde.

En el mundo hay dos guerras muy sangrientas con un elevado número de muertos, y se están preocupando por el amor de una mujer, y por un jugador de fútbol. El amor pertenece a una parcela privada de la pareja y el fútbol es un pasatiempo. La política no debe compartir escenario con declaraciones de amor, o intereses deportivos, al no ser una cuestión de Estado. Los ciudadanos no le han pedido su intervención.

Fútbol y amor como parte de la función pública de los presidentes de naciones europeas.