¿Cómo se mide la elegancia de un zapato?

Empecemos con un SI a las medias como complemento del zapato. En primavera y verano se llevan medias. Si no se llevarán los escaparates no expondrían las nuevas colecciones de esta prenda intima. Si os fijáis, los colores son tonos pasteles y claros, las medias de rejilla son ideales para esta época del año, visten con el dibujo y el color con el que te las presentan para poder combinar con los colores de tus vestidos, y lo más importante no dan calor.  

Los calcetines de rejilla tienen su protagonismo para llevarlos con calzado destalonado. Hay que tener mucho cuidado con las uñas de los pies porque tienden a romperse si no tienen un refuerzo en esta zona, es importante que al comprar te fijes bien en este detalle porque sino vas a tener que estar comprando medias por cada puesta, pero no pueden tener refuerzo en el talón, queda anti estético con un zapato destalonado, este detalle es aplicable a todas las medias. 

Si tienes que acudir algún evento de cierta relevancia has de llevar medias. Este accesorio embellece un vestido, y realza un zapato, no lo olvides. Las medias de seda y de rejilla no dan calor. Lo que pasa es que son muy delicadas, si se tiene cuidado duran más de una puesta.

La nueva colección nos presentan con estampados de flores, rayas, medias de diseño que parecen dibujadas a mano. Recuerda que los estampados dan volumen a la pierna.

Cuando compres un zapato destalonado piensa para que quieres ese zapato, para ir a donde. Si vas a un evento importante que requiere ir bien vestida, fíjate en el tacón, no me refiero si es alto o bajo, tienes que fijarte si esta forrado de la misma piel que el resto del zapato. Este detalle determina la elegancia de un zapato. Si el zapato lleva el tacón en madera o plástico, le resta prestancia, eso no significa que el zapato no sea bonito. Digamos que puede ser usado para ir a la oficina, pero evitar elegir este zapato para ir a una comunión, boda, bautizo, cóctel u otros eventos donde se requiere una etiqueta determinada.

Este detalle que muchas veces pasa desapercibido determina la elegancia de un zapato.