Camila "castiga" a Kate.
La reina de Inglaterra, Camila, humilla públicamente a Kate Middleton en presencia de la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, durante su visita oficial a Reino Unido. Con unas imágenes que han dado la vuelta al mundo.
Hablemos de protocolo, y de como es un arte que hay que saber dominar por el bien del papel que juegan aquellos que lo usan a diario.
He visto las imágenes del vídeo en el que la princesa de Gales, Kate Middleton, es apartada de malas formas por parte de la reina de Inglaterra, Camila de la conversación que ambas mantenían con la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump. Se puede apreciar en la mirada de Camila que mira a Kate con recelo y se siente eclipsada ante su llegada. La situación y posición de Kate es correcta al unirse a la conversación de Camila y de Melania. Por lo tanto, no ha cometido error protocolario alguno.
He visto en la secuencia en el lenguaje no verbal de Kate que se mantiene a un distancia protocolaria entre Melania y Camila, esto significa que en ningún momento ha querido acaparar la atención de Melania, es más, es Melania Trump la que se dirige a Kate e ignora en unos segundos a Camila al dirigirse a ella durante la conversación, lo que le sienta muy mal a Camila porque se siente destronada. Ante el gesto displicente de Camila, Kate, se retira y hace el gesto con su brazo izquierdo como de querer explicarse, y hace sin acabar una semi reverencia. Se gira y se encuentra con el grupo de hombres formado por Carlos I de Inglaterra, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su marido, Guillermo de Inglaterra. No puede por protocolo integrarse en la conversación que mantienen los hombres. Kate se retira a un lado sola. La imagen da vergüenza de principio a fin.
La reacción de Melania es cambiar su posición y colocarse de lado y no de frente a Camila como estaba ante la marcha de Kate. Camila con su mal comportamiento rompió el diálogo con la primera dama de Estados Unidos.
Ahora entiendo por qué durante el discurso en la cena de gala en el castillo de Windsor, Donald Trump, dedicó unas palabras amables a Kate.