De la Academia al Palacio
En la línea de saludo en el Palacio Real, con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional, Felipe VI y Letizia, han dejado al descubierto con sus sonrisas de complicidad y lenguaje corporal, la buena relación existente entre la dama cadete, Leonor y el cadete, Miguel Reinoso.
La consecuencia de este hecho que ha dado mucho de que hablar, es que a partir del próximo 15 de Octubre la dama cadete, Leonor de Borbón Ortiz, y el joven cadete, Miguel Reinoso Lozano, van a estar bajo vigilancia expresa.
Lo que se ha producido de forma espontánea para dar una grata sorpresa a la princesa incorporando en la línea de saludo a sus 7 compañeros elegidos entre los 400 de la promoción de la princesa como los más cercanos y predilectos de la dama cadete, Leonor, ahora se va a convertir en una fuente de comentarios tanto en el interior como en el exterior de la Academia Militar de Zaragoza.
El error de este encuentro con miradas y sonrisas que dejan al descubierto una relación especial, o un trato especial entre este joven y la princesa, ha dejado en evidencia una situación que no debía conocer el pueblo español, y que lo traslada a las redes sociales con comentarios al referente. Bajo el título de libre interpretación, donde cada ciudadano de las redes sociales da su libre opinión al respecto. Han dejado al descubierto a la princesa y al joven, que encima sale con una chica. Lo de novia, es cuando tienes fecha para casarte, algo que dudo por la edad del joven. Han puesto en un compromiso al joven que se supone que sale con una chica y a la heredera al trono por la responsabilidad que tiene como heredera.
La espontaneidad no cabe, la reserva si. Todo lo referente a una futura heredera al trono se debe mantener con la máxima discreción, si esto iba a suceder, no debió entrar su nombre con su presencia en la línea de saludo. Cuánto menos se conozca sobre la vida privada y sentimental de la princesa Leonor, mejor. Más fácil y sencilla será su vida como una más en la Academia Militar.
Repito debió de
mantenerse en el anonimato la identidad de este joven cadete. Aquí
debió de entrar el protocolo de protección a la imagen de la
princesa. No debió ser incorporado su nombre en la línea de saludo.
Discreción. Por la actuación de los reyes, con sus miradas ya
sabían de la predilección de la princesa por este cadete.
A los siete elegidos que los hubieran invitado a merendar al Palacio de la Zarzuela en privado, y no al Palacio Real en un acto público. Esto se llama protocolo y que a veces olvidamos, y sirve en muchos casos para protegerse.
Tiene confianzas con ella, hasta el punto de tocarle la gorra del uniforme militar para colocársela. Lo siento, hemos entrado en otra parcela donde rige la disciplina y el rigor. En el ejercito no se toca el uniforme reglamentario de un compañe@, y menos si se trata de quien se trata en público. Educación y respeto, algo que se esta olvidando en España.
A partir del próximo lunes con su incorporación en la Academia Militar de Zaragoza, tras el puente, los compañeros no van a dejar de observarlos ni los van a perder de vista, y menos por la tutora asignada por el Ejército de Tierra para la dama cadete Leonor de Borbón Ortiz, es una responsabilidad que lejos de disminuir aumenta.