El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la primera dama, Verónica Alcocer, llegan en visita oficial a España.

La visita del presidente de Colombia, Gustavo Petro, hace política con su propio manual de estilo. Se ha negado a llevar frac en la cena de gala ofrecida por los reyes de España, Felipe VI y Letizia en el Palacio Real. Ha expresado que no se siente cómodo con esta prenda, ni cuando lleva corbata, lo identifica como un símbolo antidemocrático "porque tiene que ver con élites y antidemocracia"

Su primer discurso en el Congreso de los diputados, hemos podido escuchar sus palabras que hacen referencia a la cultura de España, aproximando la literatura a su política, llegándose a comparar con el Quijote de Miguel de Cervantes, un presidente que se propone "caminar para deshacer injusticias" Lo que ha supuesto que se levantara la bancada del partido político de Vox, llegando a comentar que ya se podía haber comparado más bien con Sancho Panza.

Ha dado un aviso de que estamos a tiempo de extinguirnos o cambiar, la expresión del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, al escuchar estas palabras con asombro y perplejidad, me lleva a reparar en el, con su lenguaje no verbal. Ya dijo Gustavo Petro durante la visita oficial del presidente Sánchez, Colombia, que España esta próxima a ser la prolongación del desierto del Sahara, con la amenaza de la desertizacion y sequías prolongadas.

Su encuentro con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, nos ha dejado imágenes de su lenguaje corporal, como estar totalmente apoyado en el respaldo del sillón mientras Sánchez estaba inclinado hacia delante conversando con el, en todo momento Gustavo Petro, se ha tocado la patilla, el pelo, y ha pasado su mano por la boca. Sin mediar palabra con su interlocutor. Escuchaba acompañado de gestos sin mediar palabra que bien pueden distraer a su interlocutor. ¿Estaba nervioso? ¿Estaba incomodo?

Colombia, tiene un nuevo presidente, con otras intenciones para su país nunca vistas antes en sus predecesores, quiere cambios, pero no van a ser tan rápidos como esperaba, al menos es lo que ha declarado. Colombia vira hacía la izquierda, un hecho histórico que no se producía hasta la llegada de Gustavo Petro.