La ira, el pecado capital de los políticos.

El lenguaje no verbal y verbal de los políticos españoles, se traduce en dejarse llevar por la ira.

La ministra de Igualdad. Irene Montero, no controla su lenguaje no verbal, y se olvida que los fotógrafos y las cámaras captan el gesto en un instante. Debe controlar su ira, sobre todo, cuando ha sido ofendida por parte de un partido contrario a su política. Por supuesto, que hay que rebatir y defenderse pero con otra expresión. No con la boca abierta que solo nos hace pensar en los gritos a la que esta sometiendo a toda la Cámara y con sus aspavientos con las manos.

Yo no entro si es de un partido u otro. Representa a un ministerio del Gobierno, no se puede comportar con la confianza y comodidad como si estuviera en su casa.

Irene Montero, como otros políticos, lo que necesita es a un coach que les ayude a gestionar su papel en la política. ¿Acaso no hacen uso de esta figura los futbolistas? Ha dejado de ser competencia de los servicios de protocolo. No se puede hablar de política de forma casera, tiene que aprender que cuando habla ante la Cámara no solo se dirige a los españoles, sino a Europa que nos vigila de cerca. Con esto quiero decir, que no es solo ministra a nivel nacional, sino a nivel internacional. Debe cuidar las formas y la imagen de lo que representa.

Cuando uno decide dedicarse a la política debe aprender que pasan a ser figuras globales no solo nacionales. ¿Han observado como habla el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez? Hace política exterior, en cada una de sus comparecencias. 

Todos conocemos el problema que se le ha presentado con la ley promovida por ella del "solo si es si". Al final quién envía a los violadores a la cárcel es el juez, y si son reincidentes, será otra condena superior, como puede ser el hecho de valorar una prisión permanente revisable. dependiendo del caso. Dejen que administre la ley quién la tiene que administrar. Ha pasado del poder ejecutivo al poder judicial. La ministra ya no tiene nada que hacer con esta ley.