Pedro Sánchez y su falta de disciplina
Pedro Sánchez, lo ha vuelto hacer, llegar tarde el pasado jueves a la recepción oficial ofrecida al Cuerpo Diplomático que ha presentado sus cartas credenciales al Jefe del Estado, Felipe VI.
Como ya es de esperar, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho esperar al Jefe del Estado, Felipe VI, en la recepción ofrecida a los más de cien diplomáticos acreditados en España. Ya no es cuestión de protocolo es la mala imagen que deja ante los funcionarios del Cuerpo Diplomático presentes, donde el protocolo es una práctica diaria, que refleja la buena educación y el respeto.
La culpa de este retraso por parte de Pedro Sánchez no es de su jefe de protocolo o de su servicio de seguridad, es el presidente que lo hace de forma intencionada. Os explico; cuando una personalidad es trasladada de un punto a otro de la ciudad se conoce de antemano el itinerario y el parte de la DGT con el fin de conocer la afluencia de tráfico en una hora punta.
En España hay Monarquía y no es una República, y mientras exista el orden de precedencia no se debe alterar el orden de llegada, el que debe esperar es el presidente del Gobierno al Jefe del Estado y no al contrario, porque el presidente del Gobierno no acepta la Monarquía y a su máximo representante, y así se lo hace ver con esta mala actitud en un acto público. Estos desplantes que se lo haga en privado a puerta cerrada sin cámaras ni periodistas.
No entiendo como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, diplomático de carrera, se presta secundar este gesto de mala educación. Ambos llegaron tarde al saludo tradicional en el Palacio Real. La valoración es de dos maleducados que no están a la altura del cargo. La puntualidad es una disciplina que deben cumplir los altos cargos.
Los más de cien diplomáticos presentes de las diferentes naciones del mundo habrán hecho sus valoraciones y comentarios sobre la relación entre Gobierno y Monarquía. Estamos hablando de política internacional. Esos hombres y esas mujeres diplomátic@s son los que representan a los presidentes de sus Gobiernos, ya no solo son poco corteses con los reyes de España sino con los invitados a la recepción que se hace en su honor.
En el programa electoral de las últimas elecciones generales de Pedro Sánchez no había reflejado que dentro de su programa es acabar con la Corona. Y así lo demuestra con estos envites, o he de decir, embestidas públicas.