Puigdemont triunfa.
Carles Puigdemont, pisa territorio español seguro de si mismo, es recibido como si fuera el presidente de Cataluña, y gana su primera victoria al no ser detenido en sus primeras horas en Barcelona.
Su llegada estaba prevista para el día de hoy, tal y como había anunciado. Ha llegado vestido con una chaqueta abrochada en línea de color azul, camisa blanca, y corbata azul claro, y pantalones chinos en color azul más claro que su americana. Su imagen desprendía en el lenguaje no verbal una aparente tranquilidad, con una medio sonrisa, lo que revela que estaba muy seguro de que no iba a ser detenido, llegaba rodeado de hombres que le protegían a cada paso entre la multitud, como si de su escolta se tratara. Es lo que parece en las imágenes.
Ha llegado caminado a paso lento entre la multitud con una la lluvia de periodistas y fotógrafos hasta llegar al Passeig Lluís Companys de Barcelona, lugar donde estaba todo preparado para subir a un escenario y dar su discurso. Este dato refleja que no se ha escapado del dispositivo policial. Es imposible, porque la policía ha tenido tiempo suficiente para localizarlo y detenerlo.
Traía su discurso preparado y previsto, lo ha dado ante una multitud de 3000 personas que no ha sido interrumpido por una orden vigente de detención. ¿A qué obedece que las fuerzas de seguridad no hayan procedido a su detención? ¿Quién esta detrás de que esa orden de "no detención" que no se ha cumplido? La respuesta la tiene el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Tiene que declarar ante los medios de comunicación porque no se ha procedido. Hasta donde yo sé es ministro de Interior incluyendo a la Comunidad Autónoma de Cataluña.
Otras voces alegan que no se le ha detenido para evitar altercados con la multitud congregada, una orden es una orden, no admite estas valoraciones de países corruptos, donde el orden y la ley la establece el dictador que gobierna el país y se hacen las cosas a su manera. Había una orden de no detención. Lo que hay que preguntarse es quién ha anulado la orden de detención dictada por un juez del Tribunal Supremo.
Es como si me dicen que un asesino en serie, un capo de la mafia, o un narcotraficante al que le protegen sus numerosos amigos y familiares atrincherados en los alrededores de su casa, la policía no procede a su detención por miedo a los altercados. Es lo mismo.
Ante esta situación los mossos de esquadra activan una operación jaula. Este protocolo de actuación no es otro que no puede salir de Barcelona porque todas las salidas están siendo controladas por la policía, aparte del perímetro desde donde se le ha visto por última vez.
Con esta noticia España queda como un país muy poco serio. Parece que estamos hablando de un hecho que se ha producido en Venezuela, México, o Cuba. España parece que no esta en Europa sino en América Latina.
En Europa los jueces aplican la justicia, la policía establece el orden y la ley. Lo contrario se ve en países donde rigen las dictaduras con su corrupción a las ordenes del Gobierno que gobierna.
La conclusión que saco es que no se han seguido los protocolos de actuación que se debieron aplicar.