¿Qué quieres de mi y que quiero de ti?

A estas preguntas se reduce una negociación, entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. ¿Se han olvidado de pedir y de conceder? Dada sus declaraciones en sus respectivas ruedas de prensa, eso parece.  

De política vive el hombre. Una cosa es vivir de la política y otra hacer política y ser político. Mi conclusión respecto al encuentro de hoy, entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Congreso de los Diputados, de lo que he podido ver en el lenguaje corporal de Feijóo, es que no estaba preparado para afrontar con la seguridad que requería esa negociación pretendida. Se presagiaba un mal inicio por sus gestos; desde el inicio con el habitual saludo con el apretón de manos, Sánchez, ha dado muestra de su superioridad en su habitual posición dominante con respecto a Feijóo. 

Hay que llevar preparado bien el argumentario de persuasión, basado en lo que realmente interesa a ambos contrincantes que quieren lo mismo pero sin lo mismo. 

En toda negociación hay que dar algo a cambio que le interese al P.S.O.E. y en particular a Pedro Sánchez, el cual se anticipo en su interés por la renovación del C.G.P.J. antes del mes de Diciembre, Este es el  caramelo que le interesa a Sánchez y que no logra de Feijóo y del Partido Popular. A partir de este interés, se empieza a persuadir y a rebatir la presidencia de España. 

Todos los temas que han tratado forman parte de un programa electoral, ya no se trata de eso, se trata de quién va a ser el Presidente de España., de obtener el apoyo necesario para llegar a su objetivo.

No se trata de negociar la realidad que ya sabemos todos, con respecto a la escasez de agua, las pensiones, ni la salud pública bla, bla, bla,.....Repito forman parte de un programa electoral, la campaña electoral ya paso por su tiempo y proceso con los votantes en las urnas, y con un resultado que nos ha hecho llegar a esta reunión con un posible acuerdo entre dos partidos P.E.S.O.E. Y P.P. de eso se trataba la reunión, de quién llega a La Moncloa. Pedro Sánchez no llega a La Moncloa con pactos con el independentismo catalán con el  que pretende saltarse la Constitución. Ese es el escollo de Sánchez, no hay otro. Los jueces del Tribunal Constitucional han dado su aviso al presidente en funciones, Pedro Sánchez, a través de los medios de comunicación al ser preguntados, y los jueces no amenazan, aplican la ley cuando alguien intenta saltarse La Constitución. 

Alberto Núñez Feijóo suplica a Pedro Sánchez: Déjame gobernar dos años.  Pregunto: ¿Dos años? Para ese acuerdo lo mejor es decir, que propone de nuevo  elecciones generales. 

Un Feijóo inseguro, y con falta de fuerza ante su oponente, Sánchez, en la que su fragilidad esta en que no se puede saltar la Constitución. No le ha ido atacar por ahí, se ha ido a humillar ante Sánchez. Para hacer lo que ha hecho que se hubiera quedado en la sede central del PP, y hubiera sido de más provecho la mañana para el, le ha regalado casi 60 minutos de su tiempo para no llegar a nada concluyente.

Solo había que reducir la negociación a dos temas: El Independentismo de Cataluña con sus exigencias, por parte de Feijóo para abordar la negociación, y la renovación del Consejo General del Poder Judicial, por parte de Sánchez. Nada más. Olvídate de Bildu, que es un partido legal, legalizado por un Tribunal, no se pierde el tiempo con palabrería inútil que no va a ninguna parte. Bildu provoca desgaste político. No merece la pena evitar lo inevitable. 

Se trataba de persuadir a Sánchez, que no llega a La Moncloa si se salta La Constitución, por obtener el favor del partido de Puigdemont. La unidad de España, no la defienden los políticos sino la Constitución.

Esto sucede en el mundo de la política, y que se puede trasladar perfectamente a otros ámbitos de los negocios o negociaciones. Ensayar desde el saludo, porque ya te desvela con que fuerza te recibe tu oponente.