¿Como? ¿Cuando? ¿Dónde?  

Nuestra vida es una película que la montamos todos los días.

Cada día somos actores de nuestra propia existencia apoyada en nuestra educación y nuestros códigos personales e intransferibles,  y de nuestros usos y costumbres que vienen marcados por la propia cultura. 

Nos preparamos para asistir con nuestra presencia presentándonos de una forma diferente cada día.

Somos diferentes desde el momento que cambiamos de trabajo, cuando vamos a la playa, asistimos a una conferencia, a una primera cita, nuestra actitud y comportamiento cambia.

La ropa es el primer condicionante para representar un papel.

Te pongo en situación.: Imagina..........Cuando.......

Te ofrecen un vino, lo pruebas, no te gusta, es peleón, y sabes que te va dar dolor de cabeza, y te lo bebes, como si nada. No le dices al anfitrión que ha organizado el acto, que el vino que ha servido te escuece la garganta producido por el paso del liquido. Actúas como si el vino fuera un manjar delicioso. ¿No estas actuando?

El ponente ha dado un dato en su conferencia inexacto. En la parte de ruegos y preguntas no le haces ver su error. Te callas. Estas actuando a ser educado. En este caso, siguiendo tu papel de persona correcta y educada, cuando termine los ruegos y preguntas , y cuando los demás presentes no están escuchando se le aparta, para no ridiculizarlo en público, se le hace ver que los demás asistentes se llevan un dato importante erróneo, y se le dice que su dato es incorrecto. Se le da la oportunidad de rectificar en su perfil de las RR.SS. Esta actitud es la propia. Dejas de actuar y te implicas.

Nadie se atreve a decir que somos actores, y que estamos condenados a muerte. El ser humano es un condenado a muerte. Sabe que se va a morir. ¿Cuándo? ¿Donde? ¿Como? Hasta el final del rodaje de tu película no se puede saber. Igual que en las películas.