Una champions sin protocolo de seguridad

La final de la Champions en Saint-Denis. Se celebraba en París, pero no en una de las zonas más emblemáticas de esta ciudad, sino a las afueras, donde viven los marginados. ¿Los ladrones llegaban o ya estaban esperando a los aficionados para hacer su agosto?

El miedo de los aficionados iba creciendo, la policía cada minuto que pasaba, más alterada, luchando contra los "rateros", les pegaban de forma brutal, los invitados al encuentro miraban con estupor el comportamiento de la policía. Un desastre humano entre franceses, ingleses y españoles. Los objetivos de los ladrones.

Dicen los testigos que les iban a robar, y que la policía les tiraba pelotas de goma, y gas pimienta. No era a ellos, es que entre ellos estaban lo ladrones, es imposible hacer una selección de este es ladrón y aquel es una victima. Entre tanta multitud es imposible.

La policía tuvo que sacar el arma y disparar. Para que la policía saque el arma en cualquier parte de Francia, como sería la situación. A uno de los gendarmes le arrebató el arma uno de los delincuentes y salió corriendo llevándose el arma de reglamento. Estamos hablando de Francia.

Los taxistas que se ofrecían a sacar a los turistas del estadio, ponían sus tarifas sin control del taxímetro. Habrán pensado que se juegan la vida por acudir a "socorrer" a los aficionados, y se han creído con derecho a poner precios elevados a la carrera. Ellos también hicieron su agosto con los aficionados.

Faltaron medios, más policía, y ejercito, en los dos kilómetros que precedían al estadio, desde donde se dejaba el coche, y los autobuses.

¿Son franceses los rateros? Si, son franceses, hijos de inmigrantes nacidos en Francia. Ese es el perfil de lo que vive en la periferia de París. De estas zonas marginadas era de lo que se quería ocupar en su programa electoral la candidata de la ultra derecha, Marine Le Pen. Con este episodio nos damos cuenta de la realidad que se vive en Francia.

¿El presidente Macron, no es el presidente de todos los franceses? Le hace falta ocuparse de estas zonas marginadas y conflictivas. Es un departamento sin ley. Si no es por este evento multitudinario, no nos hubiéramos enterado de la realidad de lo que pasa en Francia con la inmigración.

Son franceses por derecho, y ellos cuentan en las urnas, no solo para ganar las elecciones sino para darles un futuro, y proteger a la ciudadanía de este tipo de violencia. No es suficiente lo que se esta haciendo.

¿El presidente, Macron, no conoce esa zona tan conflictiva? ¿Por qué no puso más dispositivos de seguridad para la llegada de los visitantes?

He podido leer en los medios de comunicación algunos de los testimonios de los allí presentes. Han vivido momentos de horror y de angustia. Asistían muchos con sus hijos, niños pequeños, y adolescentes, Les han dejado expuestos a la violencia e inseguridad de estos maleantes, por falta de efectivos, Podía haber sido peor.