Discursos de ayer y de hoy.

Francina Armengol, da un discurso de su formación política, y Felipe VI, un discurso basado en la historia de España, con ambos discursos se inicia la apertura de las Cortes. 

Felipe VI, ha iniciado su discurso saludando a todo el hemiciclo por orden de precedencia, felicitando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, digamos que enmendando el error producido durante la jura de su cargo en Zarzuela en la que no estuvo nada cortes al recibirlo con semblante serio en todo momento.  Un discurso que se ha apoyado en el pasado y con mucha repetición sobre lo mismo. 

En España estamos entrando en una guerra abierta, dialécticamente hablando, entre los altos cargos públicos e institucionales, una declaración entre gestos de descontento entre Monarquía y Gobierno, unos discursos que dan titulares de enfrentamientos entre la Monarquía y los Independentistas que declaran que no reconocen la figura del rey, y por eso justifican su no asistencia a la apertura de las Cortes, y que matiza en su discurso la presidenta del Congreso Francina Armengol, a la cual toda la bancada del Partido Popular no aplaudió al finalizar su discurso.

Por educación se aplaude, un discurso no es malo al 100% tiene alguna que otra frase buena digna de ser aplaudida y solo por eso se debe dar este aplauso que por uso y costumbre se debe hacer, para demostrar el descontento y le quede constancia a la ponente a la que consideran de la oposición a su partido político se aplaude por muy corto espacio de tiempo y así le hacemos llegar el mensaje que no nos ha gustado lo que acabamos de escuchar. Estos gestos son los que se valoran en la política por parte de un político, esto también es hacer política, no olviden que Europa esta observando a la derecha y al monarca de nuestro país con su comportamiento, sus gestos y sus palabras. 

A todos incluido al rey de España, se les ha olvidado lo que es la diplomacia en política. Malas caras, malos gestos con un lenguaje no verbal, saludos fríos sin educación y cortesía. Inaceptable en un país donde se pronuncia la palabra democracia con demasiada frecuencia y esta presente en todos los discursos. 

Estamos entrando en una dinámica política en la que todo vale, empezando por las faltas de respeto sin ánimo de disimulo, lo hacen unos y otros sin importar la imagen que desprenden a los que lo ven. Si el diputado, el senador, el presidente del Gobierno, y el rey de España, no tienen un comportamiento de respeto, educación y cortesía, los españoles empiezan a valorar y a juzgar al Gobierno y a la Monarquía, y el ciudadano puede esperar su momento para pedir cambios en las próximas elecciones y referéndum de si quieren o no monarquía.

El escenario de esta guerra abierta contra la Monarquía es en el lugar donde menos sale beneficiado el rey de España, Felipe VI, en el Congreso de los Diputados. ¿Quién asesora al rey sobre sus malos pasos?

Su discurso durante la apertura de las Cortes, ha sido la repetición de lo mismo, no ha sido un discurso de impacto ante la situación política que vive España. Yo le diría que no mire atrás, hable con un discurso cargado de actualidad, en España se están produciendo movimientos, debe de centrar su discurso en lo que ocurre desde hoy de cara al futuro, hay que hablar de una realidad a la que nos enfrentamos, con el reconocimiento y aceptación de este Gobierno de Pedro Sánchez, que va a traer cambios en esta nueva legislatura. Gobierno y Monarquía están obligados a entenderse, si no se entienden uno sale del espectro político.

Felipe VI, no es el rey del año 1.975 es el rey del siglo XXI corre el año 2023, desde entonces hasta hoy España ha cambiado, los españoles no son los mismos, ha habido movimientos sociales.

Ahora entra otro capítulo en la historia de España, dentro de la escena política y monárquica, el rey emérito, Carlos I de España, se ha filtrado en los medios de comunicación que su intención es defenderse del Gobierno de Pedro Sánchez y las decisiones de su hijo, Felipe VI, respecto a su entrada en su país, y que a partir de ahora no quiere pedir ni permiso ni autorización para vivir en España.

Esperen, porque su defensa puede venir a colación de la ley de amnistía de un fugado de la justicia llamado, Puigdemont, que va a volver a España sin haber sido juzgado por sus delitos. El rey emérito quiere hacer valer sus derechos, con la justificación de que sus causas abiertas han sido juzgadas y otras archivadas. Por lo tanto, no tiene causas pendientes. ¿Qué o quién le impide volver a España?¿Tiene más derecho Puigdemont que el rey emérito de volver a su país?

Monarquía y Gobierno que estaban tan unidos al tomar las decisiones referentes al rey emérito, me temo que se les ha acabado la toma de decisiones al respecto. El rey emérito Juan Carlos I, esta decidido acudir a los Tribunales para defender el derecho a su honor violado en algunas cadenas de televisión, con respecto a la que fuera su amante, Barbara Rey, y que ahora toma el testigo su hijo haciendo públicas declaraciones respecto a esa relación fuera del matrimonio. Tengan por seguro, tanto Pedro Sánchez como Felipe VI, que les gana por derecho.

Felipe VI, se va a tener que entender con Pedro Sánchez, con su padre, Juan Carlos I, y con Letizia. Ahora tiene tres problemas el rey de España.

España es noticia en el mundo entero.