El protocolo no es tan estricto.
Durante la misa funeral ofrecida a Constantino de Grecia en Windsor en la capilla de San Jorge, se ha comentado sobre la relación personal entre los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofia, al no sentarse juntos. La reina Sofia ni se lleva ni bien ni mal con su marido, mantiene una relación de respeto, siempre es muy educada y mantiene las formas en público, por esta vez, ha roto el protocolo por una causa justificada.
El protocolo no es tan estricto en este tema personal. Al tratarse de la misa ofrecida por el hermano fallecido de la reina emérita Sofia, su deseo era estar al lado de la familia de su difunto hermano en primera fila. El rey Juan Carlos I, no deseaba perderse la oportunidad de estar al lado de su hijo, Felipe VI, aunque al lado de su nuera Letizia. La situación es comprensible y humana.