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 Lo llaman "vergüenza ajena" ¡Qué exageración!

03.01.2023

El saludo de Yolanda Díaz al recién proclamado presidente de Brasil, Lula da Silva. Ha dado lugar a comentarios, como decir en un titular de un medio digital "vergüenza ajena" me parece un poco exagerado. En el vídeo he podido ver que lo saluda de forma efusiva, no sé que le une a Brasil a la ministra de Trabajo y Economía Social, ni tampoco sé los intereses que pueda tener España con la victoria de Lula. Supongo que tiene interés en estrechar lazos con Brasil, y esa es su misión por parte del Gobierno que representa, con el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el rey de España, Felipe VI.

Lo que está claro es que estaba muy contenta por su victoria y así se lo ha hecho saber con un saludo caluroso y cercano. No sé si antes de su llegada ha mantenido conversaciones previas con el presidente de Brasil, que le ha permitido saludarle con tanta confianza. Lo ha expresado de forma espontánea y natural. En la política estos gestos se miran con lupa, se evalúan, y se analizan.

De entrada, a un nuevo proclamado presidente no le se dan ni uno ni dos besos, no es un amigo de tu círculo al que te presentan, o al que ya conoces. Se le da la mano con respeto y distancia, una sonrisa, que no una carcajada, para darle la enhorabuena por su victoria. Cuando uno no sabe como comportarse tenía que haberse fijado en el saludo del rey, Felipe VI, al nuevo presidente. Ahora llega la lluvia de críticas con palabras malsonantes.

¿Dónde está el departamento de protocolo de Moncloa que no le dijo como debía saludar al presidente de Brasil? Es la asignatura que los políticos no conocen, tanto a nivel nacional como internacional. Nacen nuevas relaciones de política internacional, y la primera impresión es muy importante, dado que llega la representación del Gobierno de España. Con este saludo esta claro que no se va a olvidar de España el presidente Lula. ¿Tendrá sus frutos? Económicamente hablando.

No creo que el presidente, Lula, se lo haya tomado como una ofensa, más bien, como una falta de conocimiento por parte de la ministra, la cual no ha sido preparada para este encuentro por el eficaz jefe de protocolo de Moncloa en España.

Todos sabemos que el protocolo se rige por un comportamiento que viene estipulado por el respeto, marcando las distancias que se deben mantener, tanto en el saludo como su tratamiento a un alto cargo público.

Ese saludo desvela falta de experiencia, no es una vergüenza ni lo debe ser, ni para España ni para los españoles.   

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