Saber ser y estar como reina

Ser reina, un papel que trae y lleva información con dimes y diretes. Se habla de la elegancia de una reina llamada Letizia, y de su comportamiento también, tanto dentro de los muros del Palacio de La Zarzuela, como en la que vemos su imagen con sus gestos y actitud hacía el rey, Felipe VI, en sus actos públicos y privados.  

El último escándalo que salpica a la imagen de la reina es su romance con el ex marido de su hermana Telma Ortiz, Jaime del Burgo, que ha publicado una declaración de amor por parte de Letizia a Jaime del Burgo, el cual confiesa haber mantenido una relación con Letizia antes y durante su matrimonio con el rey Felipe VI. El cual dice que se ha visto obligado a retirar los mensajes de las redes sociales al haber sido amenazado de muerte. Esta relación con sus consecuencias no benefician a la imagen de la Corona. Tanto si es cierta como falsa que no lo parece al estar documentada.

Ante esta situación la última palabra la tiene el rey de España, Felipe VI, el puede perfectamente averiguar si la información es veraz. No puedo desvelar como lo puede averiguar sin necesidad de recurrir a los servicios de inteligencia como ha sido el caso durante el reinado de su padre el rey emérito, Juan Carlos I. Existe un protocolo interno en las Casas Reales que le permite conocer la verdad de todo lo que te intenten ocultar, inclusive su propia esposa. Si un rey da una orden tiene que ser acatada por aquellos a los que se la da. Si pide información sobre un hecho se la tienen que facilitar sin preguntas. 

Estar casada con un rey supone una gran responsabilidad, aunque Letizia le niegue una y otra vez su relación sentimental, al 100% es imposible que no lo averigüe. Un rey no puede llevar una ornamenta nada más que la de la propia corona de España. Una reina no puede tener un desliz, ni burlarse de un rey en su propia cara permitiendo que te coja de la mano Jaime del Burgo mientras estas viendo una película en el cine al lado de tu marido que no es ni más ni menos que el rey de España. Es una falta de decoro y de respeto. Todas estas declaraciones de Jaime del Burgo se tienen que comprobar. 

Ni el periodista y escritor Jaime Peñafiel, puede publicar un libro con una información tan sensible para la Corona sin haberla cotejado antes de su publicación. Le puede traer consecuencias.

La reina trata de proteger la imagen de la Corona, ella comete muchos errores con respecto al trato que da en público al rey, como ignorarlo, o los gestos que acompañan cuando Felipe VI esta dando un discurso, como el del día de apertura de las Cortes. Expresiones y gestos que son una ofensa pública hacía su marido y al rey de los españoles. No es la primera vez, lo pueden comprobar.

La decisión de ir al El corte inglés para hacer una cola de 40 minutos para que su amiga, Sonsoles Ónega, ganadora del Premio Planeta le firmara un ejemplar de su novela titulada "Las hijas de la criada" como si de una lectora más se tratara. Lo correcto es recibirla en el Palacio de la Zarzuela con un ejemplar de la novela para que se lo firme dentro de un ámbito privado y personal como amiga que es. Este no es solo el comportamiento de una reina sino de un particular anónimo. ¿Qué pretendía con este comportamiento? Se supone que trata de cuidar su imagen vinculada a la Corona de España.

Saber ser, saber estar, para ser una buena reina.