Un mundial con pasión sin protocolo

El presidente de la Federación de Fútbol, Luis Rubiales, tiene un problema por no respetar el protocolo. El protocolo nos sirve de escudo para evitar situaciones que pueden dañar nuestra imagen.  

Tras la resaca de la victoria de la selección femenina de fútbol que ha ganado el mundial, ha comenzado el análisis de cada detalle, gesto, acción vivida por todos los protagonistas que rodeaban a este acto deportivo de gran relevancia, donde el protagonista de las criticas por su ausencia ha sido el protocolo.

Los protagonistas han sido las jugadoras, las campeonas que han llevado al triunfo a España, la reina que ha hecho lo impensable en una reina, que es botar a petición de las campeonas, levantando la copa como una jugadora más, mostrando con orgullo la camiseta de la roja que le han entregado, o el Presidente de la Federación, Luis Rubiales y la reina, Letizia, se han dado un abrazo como una forma de celebrar el triunfo, cuando a la reina ni se la debe tocar y menos abrazar, lo cual demuestra que la reina ha sido más española que reina, dejando por un día el protocolo tan estricto al que esta sujeta en todas sus apariciones públicas, para celebrar el triunfo de España. Se ha dejado llevar por la emoción.

La política ha entrado en un juego de la voz de Echenique e Irene Montero, al ver como ha dado un beso el presidente de la Federación de Fútbol, Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso, lo han "condenado" como violencia sexual. Cuando la besada ha declarado ante los medios de comunicación que no le da la importancia que otros pretenden ver como una agresión sexual.

Supongo que Luis Rubiales se ha dejado llevar por la pasión del momento, desconozco la relación de confianza que les une al Presidente de la Federación y a la jugadora, para que se tome esa libertad de besarla públicamente. Ella ni le aparta, ni le da un bofetón, sus manos se mantienen en la cintura de Rubiales al recibir la felicitación, o puede que paralizada por la situación, porque es lo que es, una felicitación un tanto inhabitual, solo ellos saben el por qué de esa efusividad. Es muy grave acusar a un hombre de cometer una agresión sexual, sin conocer el grado de confianza que les une a ambos. Hay que ser prudentes.

En este caso, por protocolo, y por el cargo de relevancia que tiene en la Federación Española de Fútbol, Rubiales, debe pedir disculpas públicamente por su comportamiento antes de que las especulaciones vayan a más, aparte del carácter político, deportivo,  y hasta puede que judicial.

Por último la Infanta Sofía, la cual ha sido criticada por su falta de protocolo al portar la bandera, que si se la ha puesto de capa, o si la llevaba doblada casi tocando el suelo mientras estaba saludando junto a la reina en una especie de línea de saludo improvisada. Recordar que solo tiene 16 años, es aficionada a este deporte que práctica, se ha dejado llevar por el momento, más como aficionada que como Infanta de España. Lo ha vivido como una joven más de su edad, dejando por un día el protocolo que rige al llevar la bandera de España. Lo importante es que no se olvidó de la bandera, porque todos los aficionados la llevan en los grandes campeonatos.

No se trataba de un funeral sino de una celebración, en la que todos los protagonistas se han dejado llevar por el momento olvidando el protocolo.